Esta madrugada, habitantes de Guadalajara fueron sorprendidos por una fuerte granizada que cubrió las calles de la zona metropolitana y que en algunos puntos alcanzó hasta dos metros de altura.
Poco después de la 01:00 de este domingo, se registró una fuerte tormenta que terminó por convertirse en una granizada en el oriente de Guadalajara y en el municipio de Tlaquepaque que tomó por sorpresa a trabajadores nocturnos o quienes deambulaban por esas zonas.
Viviendas, vialidades y vehículos, sufrieron las consecuencias de la gruesa capa de hielo, en tanto, en redes sociales se difundieron con rapidez las imágenes de la tormenta que cubrió de hielo las calles de Guadalajara.
En algunos puntos, el hielo incluso sepultó a los automóviles, mientras que las tuberías de viviendas y comercios resultaron afectadas por la acumulación de granizo.
Hasta esta mañana aún era visible la gruesa capa de hielo, por su parte, Protección Civil en la entidad dio a conocer que ya trabaja de manera coordinada con autoridades municipales en la remoción del granizo acumulado en las calles en donde se ha empleado maquinaria para apresurar los trabajos.
NUESTRA BIOSFERA
“2019: EL AÑO DE LAS ADVERTENCIAS: CUANDO EL DESTINO NOS ALCANZO”
Por Carlos A. Jiménez Vázquez
Terremotos y Huracanes con intensidades aterradoras, Sequías prolongadas Inundaciones y en marcado contraste Desaparición de cauces, Muerte de Ríos y Lagunas, Contaminación de mares….
Pareciera el preludio de una obra de terror… Historia que ha estado plagada de avisos… De advertencias que oídos sordos y Mentes Necias se han empeñado en ignorar…
A nivel humanidad da vergüenza darnos cuenta que nos tardamos mas de DOS DECADAS, si… 20 años! En ponernos de acuerdo si “el cambio climático era una realidad o no!... vaya… asi de bobos los humanos….
Hoy día cual tal pareciera que “el destino nos alcanzó” y quizá nos rebaza por la izquierda a gran velocidad y aún seguimos perdiendo el tiempo en regionalismos absurdos, en ver si el verde se alia con el rojo… o los azules y amarillos y anaranjados conforman un frente para darle en toda la suya al cafecito y asi perpetuar sus tribus o pandillas en el mundo de los negocios.,.. o mejor dicho: en el gobierno.
Pero a la naturaleza le importan poco o nada los intereses de esas bobas hordas de humanos sedientos de su momento de fama y poder… a quienes el bien común les importa poco o nada y derrochan los recursos públicos a manos llenas disfrazados en “programas sociales” vaya desvergüenza!...
Y al respecto Retomaré de la prensa escrita algunas líneas sobre la visión de los científicos a nivel mundial y el panorama sombrío al que nos enfrentaremos en las próximas dos décadas:
Y es que “El ser humano está empujando a la Tierra a su sexta oleada de extinción masiva”.
Así como lo oyen….
Pues asi Así lo atestiguan la mayoría de los científicos en un amplio estudio de varias universidades lideradas por la University College London (Reino Unido), las universidades de Stanford y California en Santa Bárbara (EEUU) e instituciones científicas de distintos países (La UNAM, entre ellas) que recoge la revista Science y con una muy destacada participación de diversos científicos mexicanos de calidad mundial como el Dr. Rodolfo Dirzo Minjarez y el Dr. Gerardo Ceballos González.
En él, se pone de manifiesto el hecho evidente de que la biodiversidad actual del planeta está en serio peligro. Se han extinguido (desde el año 1500) más de 320 vertebrados terrestres y de las especies que sobreviven, su población ha disminuido una media de un 25%. Los invertebrados corren idéntica suerte.
Estamos ante los primeros pasos de la sexta oleada de extinción biológica en masa del planeta, en el que los insectos, arañas o gusanos, tan importantes en nuestra vida diaria (como en la polinización, el control de plagas de los cultivos o la descomposición y el ciclo de los nutrientes) han sufrido un descenso tal que su pérdida y deterioro no hacen sino atestiguar la preocupante situación en la que nos encontramos.
Y como siempre los chistosos y sabiohondos dirán ¿Y eso que? ¡No pasa nada! Bueno:, la extinción de diversas especies de fauna creará un efecto en cascada o en serie que afectará a muchas otras especies y en general al funcionamiento de los ecosistemas.
La desaparición de un gran número de especies de plantas y animales alterarán las funciones biológicas de los ecosistemas porque, según los datos, aproximadamente dos especies de vertebrados desaparecen anualmente. Se extinguen. Así, paulatinamente, de una manera casi silenciosa, es como se reduce la fauna en el mundo
¿Cómo la ven?
Y así el viejo y milenario adagio cobra más vigencia que nunca: “no hay peor sordo que el que no quiere oir ni peor ciego que el que no quiere ver”…
Pero, el glamour de las redes sociales, las ventas nocturnas, los buenos fines, bares y antros en el ansiado fin de semana como medio de exacerbación de los sentidos sobre todo en las nuevas generaciones de bobos, zombies con celular en mano que hasta al baño llevan…. Atrapan al colectivo humano…
Y ahí le seguiremos…
Ah Don Miguel ¡Cuanta razón tenias! En aquella reflexión que nos dejaste a mediados de los 90’s meses antes de adelantarte al viaje a lo aun desconocido:
“Creo que los humanos estamos aún a tiempo de recomponer el camino o nos precipitaremos al abismo de la irreversible destrucción”
Sabe Don Miguel si me escucha donde quiera que se encuentre… creo que todos los bobos humanos vamos algo asi como en un tráiler de doble remolque cargado a tope a 120 kilometros por hora y en una pendiente inclinada…
Ya no se podrá frenar esa loca carrera…
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Groenlandia alberga el segundo depósito de agua dulce más grande de la Tierra, después de la Antártida. Actualmente, el 60% de las contribuciones al aumentando del nivel del mar provienen del derretimiento de su capa superficial que se abre camino a través de corrientes que llegan hasta el océano. Los científicos estiman que la desaparición total de esta capa de hielo del Ártico supondría una elevación de siete metros en el nivel global del mar.
Hasta ahora, se había estudiado el impacto del cambio climático sobre la extensión del hielo en el Ártico a través de observaciones satelitales que revelaban datos del deshielo desde los años 1970. Hoy, un estudio publicado en la revista Nature recrea una nueva crónica histórica más precisa desde el siglo XVII hasta la actualidad que describe el recorrido del hielo.
El trabajo permite comprender mejor el verdadero impacto del clima sobre el Ártico. Los resultados de esta investigación, liderada por Luke Trusel de la Universidad de Rowan (Nueva Jersey, EE UU), revelan que el aumento del deshielo comenzó a mediados de 1800, tras el inicio de la era industrial, y que la velocidad de desaparición no ha hecho más que acelerarse, por encima de la variabilidad normal, hasta el día de hoy.
“En comparación con el comienzo de la era industrial, nos encontramos actualmente con un 50% más de agua de deshielo. Según los datos, se ha producido un 30% de este aumento únicamente durante el siglo XX”, señala Sarah Das de la Institución Oceanográfica de Woods Hole (WHOI, por sus siglas en inglés) y coautora de la publicación. La experta explica que los índices actuales “se han disparado” por encima de la normalidad.
Terminal de salida del glaciar en el oeste de Groenlandia. (Foto: Matt Osman)
Estas alarmantes conclusiones fueron el resultado de un trabajo de observación de núcleos extraídos del hielo glaciar y de un casquete costero en diferentes zonas de más de 1.800 metros por encima del nivel del mar. A esta altitud, el agua derretida durante la época estival se congela antes y evita perderse en el océano. De esta manera, se registra en el hielo una cronología de bandas congeladas que indican, año por año, las condiciones ambientales del terreno.
Las perforaciones se realizaron durante varias expediciones que tuvieron lugar en 2003, 2014 y 2015. El acceso a estos puntos remotos fue posible gracias a la ayuda de un helicóptero y una avioneta, además de un equipo completo dotado con material de esquí y de acampada.
Tras las expediciones, los núcleos fueron trasladados a EE UU para su posterior análisis en diferentes laboratorios. Finalmente, los resultados se combinaron con datos registrados por satélite y modelos climáticos con el fin de validar las observaciones.
Según el experto en glaciología, Nick Golledge, de la Universidad de Wellington (Nueva Zelanda), este nuevo estudio es significativo porque combina mediciones de los cambios en el derretimiento de la superficie de la capa de hielo de Groenlandia con simulaciones de modelos computarizados independientes, y ambas líneas muestran claramente que el deshielo de las últimas décadas no tiene precedentes en los últimos 350 años.
“Las mediciones satelitales se emplean únicamente desde hace aproximadamente 80 años para comprender la respuesta del hielo al cambio climático. Estos nuevos registros de los núcleos de la capa superficial, combinados con los datos anteriores, proporcionan un contexto histórico crítico mucho anterior”, añade Matt Osman, del Programa Conjunto MIT-WHOI y coautor del estudio.
La investigación muestra que a medida que la temperatura del aire aumenta sobre Groenlandia, el deshielo se acelera. En lugar de derretirse a un ritmo constante a medida que el clima se calienta, la capa se derretirá cada vez más por cada grado de aumento en la atmósfera.
El último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) establece que aún si, siendo optimistas, conseguimos limitar este siglo el calentamiento global a 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales, seguiremos sufriendo un aumento del nivel del mar durante el próximo siglo XXII. Así lo describe también un artículo publicado en la revista Nature el pasado mes de noviembre que establece estas inestabilidades de la capa hielo entre 1,5 ºC y 2 ºC.
Además, esta aceleración en el deshielo también es el resultado de una retroalimenación que genera más derretimiento y escorrentía (flujos de agua sobre la superficie) a medida que el clima se calienta. Una de las principales retroalimentaciones es el oscurecimiento de la capa de hielo que reduce su albedo (reflexión de los rayos del sol) y por lo tanto, absorbe en mayor medida el calor.
La inestabilidad de la capa de hielo marino en la Antártida y la pérdida irreversible del hielo de Groenlandia podrían dar lugar a un aumento de varios metros del nivel del mar a lo largo de cientos a miles de años. En estos momentos, la pérdida de masa de los glaciares y las capas superficiales de estos dos polos agrega al océano 670 gigatoneladas de agua al año, lo que equivale a 268 millones de piscinas olímpicas o al caudal de las Cataratas del Niágara durante nueve años.
Esta disipación del agua derretida no contribuye únicamente a elevar el mar, sino que también posee el potencial de alterar las corrientes oceánicas que, entre otras cosas, establecen un equilibrio en la repartición de las temperaturas a través del globo. Por ejemplo, son responsables de mantener zonas con climas relativamente estables y exportar el calor de las latitudes más bajas.
El científico Luke Trusel declara que este estudio es “la prueba de que el deshielo de Groenlandia no forma parte de un ciclo natural". “El cambio climático no es un problema de futuro, sino que está aquí y ahora. Su evidencia se conserva en el hielo y el impacto de la contribución de Groenlandia al nivel del mar depende en última instancia de lo que hagamos ahora y en un futuro muy próximo”, concluye el experto.
(Con Información de noticiasdelaciencia.com)